“Que vivan los estudiantes,
Jardín de nuestra alegría,
Son aves que no se asustan
De animal ni policía.”
Jardín de nuestra alegría,
Son aves que no se asustan
De animal ni policía.”
Este lunes primero de agosto los policías que ocupan la UIS mostraron su verdadera cara. Los mismos policías que vestidos con camiseta blanca nos preguntaban “¿te puedo saludar?” y nos decían “soy tu amigo”, ahora se quitan su camiseta blanca y se lanzan cual bestias sedientas de sangre contra el “peligroso” estudiante que no presente el carnet para entrar a la UIS.
Acuden primero a tácticas de engaño psicológico. Se presentaban como nuestros amigos, nuestros protectores. Con ello pretendían que nos sometiéramos al trato que se le da a quien entra a una cárcel. Ante el hecho de que los estudiantes no nos tragamos el cuento, ahora muestran su cara de truhanes, pandilleros valientes cuando se lanzan por decenas contra un estudiante indefenso. Ahora su lema es garrote y represión a quien no se somete.
No hicieron nada para investigar los posibles vínculos del rector con los paramilitares y la ejecución de un plan pistola para asesinar estudiantes, todo lo contrario ahora se juntan a la mafia que maneja la UIS para reprimir el estudiantado.
Para intentar acallar al estudiantado en protesta emplean toda su maquinaria bélica. Dos tanquetas, helicópteros, cientos de hombres y armas, en un despliegue de poder bélico digno de una guerra, se usan para acallar el desarmado pero digno grito estudiantil “ fuera tombos”. Produce vergüenza que la democracia más estable de América Latina considere y trate a los estudiantes como si fuéramos terroristas. Para eso está la policía, son el aparato represivo del régimen que se utiliza para acallar la protesta popular.
Se trata de perros de presa , ignorantes y llenos de miedo que nunca entrarían a una universidad de manera distinta que por la fuerza. Animales que hace tiempo dejaron de comportarse como humanos y hoy solo obedecen a la orden de atacar. Y a ellos se les unen los celadores criminales y cobardes, algunos de ellos paramilitares que dicen a los estudiantes que un día de estos traen la motosierra.
Varios de nuestros compañeros sufrieron el ataque inclemente de bombas de aturdimiento y gases lacrimógenos lanzados contra la humanidad de personas que participaban de una protesta pacífica frente a la agresión de que somos víctimas. Estudiantes que solo contaban con la fuerza de sus gargantas y el grito de “fuera cerdos”.
Los hechos del primero de agosto ponen en evidencia el talante de nuestra democracia: Una golpiza a estudiantes y a un profesor por no mostrar el carnet.
Pero frente a la criminal agresión el estudiantado de la UIS respondió de la manera más digna. Al poder de las bombas, gases, tanquetas y helicópteros, opusimos la resistencia pacífica, la fuerza de nuestra voz y la convicción de la justeza de nuestro reclamo. Una y otra vez los estudiantes llegamos hasta la portería de nuestra UIS poniendo en evidencia que somos más quienes no aceptamos la militarización de la UIS.
Y las directivas que se complacen en el espectáculo de ver estudiantes y profesores reprimidos. Hemos visto la unión de los dos grandes grupos de criminales en nuestra sociedad: los altos funcionarios estatales (directivas de la universidad, mindefensa, gobernador) que toman decisiones contra el interés nacional de Colombia y los aparatos represivos del estado ( policía, militares y paramilitares), juntos son el binomio que traza políticas criminales y reprime a quien se opone a ellas.
Y se les unen los medios de comunicación. Los obreros de la desinformación calumnian hablando de encapuchados y papas explosivas para atribuir a los estudiantes la responsabilidad de la situación así como para legitimar la agresión policial.
Hemos visto su esencia, no están para protegernos, son los protectores y consortes de los celadores que atropellan a los estudiantes, de los directivos que se roban y pretenden privatizar la universidad. Se cae la careta, vemos la esencia de nuestra democracia y sus aparatos represivos y de desinformación
Frente a esta realidad la única opción es redoblar la resistencia estudiantil en defensa de nuestros derechos y nuestra universidad.
¡Viva la UIS!,
¡Viva la universidad pública!
¡Fuera tombos!
*Por Emilio Lagos, estudiante derecho - UIS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario